Un buen número de reconocidos chefs han declarado una campaña en contra de la moda del aguacate en los restaurantes, llaman a estos frutos “diamantes de sangre de México” debido a los desastrosos impactos sociales, ecológicos y ambientales que su cultivo genera en México, Centro y Suramérica, incluso en algunas regiones europeas.
Sustituyen el “guacamole” por salsas alternativas elaboradas con granos y semillas, debido a la preocupación por la gran huella de carbono del aguacate y sus métodos de recolección insostenibles que ocasionan pérdida de biodiversidad, escasez de agua y deforestación.
Los aguacates, producidos en América Central y del Sur, recorren inmensas distancias para llegar a los consumidores de Estados Unidos y Europa. Además, dadas las distancias, los aguacates se recogen antes de que estén maduros y se envían en contenedores de temperatura controlada, que consumen mucha energía.
Mencionan también uso excesivo de agroquímicos, gran consumo de agua y deterioro de los suelos por el cultivo intensivo. #noavocado